dimecres, 7 de març del 2012

La iglesia católica en España y la reforma laboral

   Hace unos días, en algunos medios de comunicación, han aparecido noticias relacionadas con la iglesia católica en nuestro país y la reciente reforma laboral del gobierno de España.
   En algún medio de comunicación se hacía referencia al "Comunicado ante la nueva reforma laboral" del 16 de febrero de 2012, emitido por la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), "en Madrid, como parte de la iglesia en el mundo obrero y del trabajo".
   En dicho comunicado se hace una crítica de las sucesivas reformas laborales llevadas a cabo por los gobiernos de uno u otro signo político, que, a juicio de ambas organizaciones obreras católicas, "han transformado la concepción del trabajo asalariado en nuestra sociedad y están socavando los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias".
   El comunicado de la JOC y de la HOAC, en lo que se refiere a la reforma actual, viene a decir en síntesis que la misma es "una vuelta de tuerca más para flexibilizar el mercado de trabajo", "quiebra el derecho constitucional a la negociación colectiva", "facilita y abarata la expulsión del mercado de trabajo" y "dificulta, cuando no impide o precariza, el empleo juvenil".

   El Delegado diocesiano de Pastoral del Trabajo de Madrid, el sacerdote Juan Fernández de la Cueva,, según afirman varios medios de comunicación, envió a todas las parroquias de la diócesis el documento para que se leyera.
   Enterado el Cardenal-Arzobispo de Madrid, Monseñor Rouco Varela, dio orden a su Vicario General para que se desautorizara tal documento, que no asumía el Arzobispado, afirmando que "nuestra Diócesis no se identifica con el contenido de dicho Documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión".
   En relación con la postura adoptada por la jerarquía eclesiástica madrileña frente al comunicado de la JOC y de la HOAC, Eubilio Rodríguez, miembro del Foro de Curas de Madrid, ha criticado la nota del Arzobispado, que considera un "intento de censura", manifestando que "está claro que la jerarquía (eclesiástica) quiere acallar la opinión de parte de la Iglesia, que está llegando, en forma de debate y opinión sobre la crisis, los recortes y la reforma laboral, a muchas parroquias de toda España".


   Ante esta controversia  que se ha suscitado en el seno de parte de la iglesia católica en España, quizá sea oportuno traer a colación, una vez más, alguna de las encíclicas papales relativas a la doctrina social de la Iglesia.
   En primer lugar, merece recordarse la encíclica "Rerun novarum", del Papa León,  considerada como la Carta Magna en materia social y que, como muchos han reconocido, marcó un hito en la historia de la defensa de los derechos de la clase obrera, constituyéndose en el primer manifiesto de reivindicación de estos derechos y que tuvo un peso y enorme transcendencia en todo el mundo.
   Pues bien, en esta encíclica podemos leer párrafos como el siguiente :

   "... la gente rica, protegida por sus propios recursos, necesita menos de la tutela pública; la clase humilde, por el contrario, carente de todo recurso, se confía principalmente al patrocinio del Estado. Éste deberá, por consiguiente, rodear de singulares cuidados y providencia a los asalariados, que se encuentran entre la muchedumbre desvalida". (Rerum novarum, 29)

   En segundo lugar, no está de más hacer mención de la encíclica "Caritas in veritate" (La caridad en la verdad), del actual Pontífice Benedicto XVI, presentada el 7 de julio de 2009, y que, según Hilari Raguer (monje de la Abadía de Montserrat, especializado, además, en la Iglesia durante la Guerra Civil española), es una apología de la llamada "doctrina social" de la Iglesia, y de cuyo contenido, me permito entresacar, por interesantes, los siguientes párrafos:

   "... la economía tiene la necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona".

   "... la doctrina social de la Iglesia ofrece una aportación específica que se funda en la creación del hombre a imagen de Dios " (Génesis, 1,27), "algo que comporta la inviolable dignidad de la persona humana...". "Una ética económica que prescinda de estos pilares correrá el peligro de perder inevitablemente su propio significado".

   "... y prestarse así a ser instrumentalizada correrá el riesgo de amoldarse a los sistemas económicos y financieros existentes, en vez de corregir sus disfunciones".

   Ante todo esto, son muchas las personas que en España, y con razón, se encuentran perplejas y a quienes les gustaría que nuestra jerarquía católica, que tan legitímamente se ha pronunciado en otras cuestiones, sobre todo las relativas a la familia, lo hicera también ahora, y con claridad, ante una cuestión que va afectar a miles y miles de españoles, especialmente a los más humildes y necesitados, como lo son muchísimos trabajadores y, muy en particular, las familias que más están sufriendo las consecuencias de la crisis actual.Y este pronunciamiento que muchos ciudadanos esperan debería ser acorde, más allá de todo oportunismo político,  con el magisterio de la Iglesia respecto a su doctrina social y que se contiene básicamente en las encíclicas papales y sobre todo con el mensaje evangélico y la doctrina de Jesús de Nazaret.
   Ni que decir tiene que muchos valencianos no entendemos el silencio habido hasta ahora (o al menos si ha habido algún pronunciamiento no se ha dado la oportuna publicidad) por parte de la jerarqua católica valenciana. Creemos que la cuestión es de enorme transcendencia y a todos nos gustaría escuchar su autorizada voz desde la óptica exclusivamente cristiana.

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