dissabte, 7 de juny del 2014

Algunas dudas y preguntas en relación con la abdicación de Juan Carlos I

   El día 2 de junio actual Juan Carlos I anunció su abdicación como rey de España en su hijo Felipe, algo que había comunicado previamente al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Alfredo Pérez Rubalcaba, Secretario Geneal del PSOE, habiendo llamado también a los presidentes del Congreso y el Senado, a los representantes de los grupos políticos  en el Congreso y a los presidentes de las comunidades autónomas de Cataluña, Euskadi y Andalucía. Parece que el presidente de la Comunitat Valenciana no se merecía tal honor.¿ Es que el presidente de los valencianos no tiene categoría suficiente como la tienen los de las tres comunidades citadas ?

   Según palabras del propio Juan Carlos, el abdicar en su hijo " es el mejor servicio a los españoles ", manifestando también que "una nueva generación reclama el papel protagonista para afrontar con renovada intensidad los desafíos ". Ante estas palabras del monarca cesante, tenemos que formular dos preguntas : -¿ Cuál es ese mejor servicio que se presta a los españoles con la abdicación del Rey ?- ¿ Es que el el heredero, el que se va a llamar Felipe VI, está identificado con las inquietudes y formas de pensar de las generaciones jóvenes de nuestro país ?.

   Una pregunta que nos hacemos muchos ciudadanos tiene que ver con las causas reales y verdaderas de la abdicación y el momento elegido para la misma. Es un tema que, como siempre ocurre en nuestra historia, habrá que esperar a que alguna vez nos lo aclaren, si es que pueden, los estudiosos y expertos.

   Las reacciones ante la abdicación de Juan Calos I no se han hecho esperar. Posiblemente, la más llamativa ha sido la de las fuerzas políticas a la izquierda del PSOE, aunque también muchos militantes y algún que otro barón de este partido a título personal y los jóvenes socialistas, con varias manifestaciones a lo largo y ancho de España, exigiendo un referéndum para que los ciudadanos nos pronunciemos sobre qué forma de Estado deseamos, Monarquía o República. Para hoy mismo, día 7 de junio, están previstas manifestaciones en ese sentido en más de cincuenta ciudades españolas. Ante esta cuestión, y a pesar de la nutrida concurrencia en alguna de estas manifestaciones, también es lógico que nos preguntemos, sin celebrarse el referéndum requerido, cuál es el porcentaje de ciudadanos que optan por una u otra forma de Estado.

   Como es lógico, las reacciones frente a estas manifestaciones de cariz republicano tampoco se han hecho esperar, sobre todo de alguna alta representación institucional del Estado y de los dirigentes de los dos grandes partidos ( por ahora y todavía dirán algunos), el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español.

   Así, en primer lugar, llama enormemente la atención , lo dicho por el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, el pasado miércoles día 4 de junio, en Madrid, al afirmar en relación a un posible refrendo sobre la República que " lo que está en la Constitución está en la Constitución y lo que no está no existe en la vida política y social de España ".  La verdad es que tales palabras dichas por tan alta personalidad nos dejan un tanto estupefactos. Es verdad que lo que no está en la Constitución no está en la Constitución. Es algo tan cierto como decir que si una persona está muerta pues está muerta. Pero de ahí a decir que lo que no está en la Constitución no está en la vida política y social hay un largo trecho. ¿ Es que no existía el aborto por no contemplarse en la Constitución y antes de ser regulado por ley ? ¿ Es que no existían parejas de hecho de homosexuales, tampoco contempladas en la Constiución, antes de su regulación legal ? ¿ Es que el sentimientio, más o menos mayoritario (lo ignoramos), soberanista de los catalanes no existe en la realidad social porque no se contenga ni se reconozca en la Constitución ?. Una de las primeras cosas que aprendimos en el primer curso de la Licenciatura en Derecho fue que los hechos y la realidad social van casi siempre por delante del Derecho, siendo los poderes públicos los que adaptan sus normas en gran parte a dicha realidad. Otra cosa es que los poderes públicos se empeñen en no reconocer y regular la realidad politica y social a través  de las leyes que les incumbe dictar y no quieran dar, por las razones que sea, el soporte jurídico adecuado a la misma.

   Las reacciones de destacados miembros del Partido Popular son, hasta cierto punto, lógicas y coherentes de acuerdo con sus principios ideológicos. Mariano Rajoy, ha dicho que "la monarquía tiene un apoyo muy mayoritario en España " y ha subrayado que "quien no la quiera debe plantear una reforma de la Constitución en las Cortes Generales, porque nadie debe saltarse la ley ". Soraya Sáenz de Santamaría ha elogiado la figura del Rey y ha expresado la gratitud hacia " una persona que ayudó a traer la democracia a España  y a consolidarla ".Sobre esta cuestión, en la que inciden muchos políticos, incluso algún socialista, llegando a firmar que la democracia actual en España es casi obra exclusiva del Rey, nos tenemos que preguntar si es que en ello no tuvieron nada que ver, por ejemplo, fuerzas políticas como el Partido Comunista de España, con Santiago Carrillo a la cabeza, aceptando la monarquía e incluso la bandera roja y gualda, el PSOE que, si bien al principio puso alguna reticencia y alguna objeción a la forma monárquica del Estado, la acabó aceptando, los sindicatos de clase, personajes dentro de la Iglesia Católica como el Cardenal Tarancón, e incluso, perdonésenos por el atrevimiento, muchos representantes del franquismo, entre ellos Miguel Primo de Ribera, sobrino del fundador de Falange, que se hicieron lo que algunos llman el "harakiri", y. de una forma destacada, Adolfo Suárez y, ni que decir, el pueblo  español. Es decir, que sin menosprecirar, respetar y reconocer el importante papel de Juan Carlos, en la transición política, dejemos cada cosa en su sitio. Y decimos esto, porque nos parece exagerado el "peloteo", no solo de los políticos sino incluso de la casi totalidad de los medios de comunicación, en especial las cadenas de televisión y la prensa escrita, hacia la figura del Rey, cuando no hace demasiado tiempo llovían críticas de toda clase a la familia real, por toda una serie de hechos de sobra conocidos.

   Lo que si nos ha sorprendido es la postura de algunos destacados miembros del PSOE ante el hecho que estamos comentando. Nos consta que no es la postura de las bases del partido, ni de sus jóvenes, ni de sectores del mismo como Izquierda Socialista y de algún que otro barón. Así, José Bono tacha de "oportunistas" a quienes piden una República, porque aunque cree que el sistema debe de cambiar, lo que no debe de cambiar es la forma de Estado. Carme Chacón, del Partit dels Socialistes de Catalunya, ha asegurado que el Rey "acertó" al delegar el peso de la corona en una generación más joven. Alfonso Guerra mantiene que "no es acertado " plantear la posibilidad de instaurar la III República. Y los citados y algunos más dirigentes del PSOE son los que se les llena la boca de agua cuando dicen que " llevan la República en el corazón". Claro que son los mismos que hace ya unos cuantos años, vestidos de vaquero y con chaqueta de pana gritaban en sus mítines -¡No a la OTAN! y proclamaban el derecho a la autodeterminación de los pueblos de España Reconocemos las muchas cosas buenas que ha hecho el PSOE en España pero también somos más cada día los que nos sentimos decepcionados con su falta de coherencia política.

   Los dos grandes partidos, repetimos que por ahora, coinciden en afirmar que aquellos que desean la República utilicen los cauces previstos en la Constitución, es decir, que planteen la reforma de la misma siguiendo los trámites que en ella se contemplan.Insistentemente nos recuerdan que la Constitución fue aprobada por la mayoría del pueblo español y que la forma de Estado actual, la Monarquía parlamentaria, es la legítima porque así lo han querido los ciudadanos. Nada que objetar a ello pero premítasenos que nos detengamos un poco al referirnos a la reforma del texto constitucional.

   La Corona se halla regulada en el Título II de la Constitución, cuya reforma requiere el procedimiento agravado previsto en el artº. 168 de la misma, es decir, se tienen que dar los pasos siguientes: aprobación del principio por mayoria de dos tercios de cada Cámara (Congreso y Senado), es decir 233 diputados en el caso del Congreso, disolución inmediata de las Cortes, ratificación por las nuevas Cámaras elegidas de la decisión, estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras y referéndum posterior para su ratificación. ¿ Alguien con dos dedos de frente puede pensar que, con la actual normativa electoral vigente y con la oposición de la casi totalidad de fuerzas conservadoras y la ambigüedad de los socialistas, se pueda llevar a cabo tal reforma de la Constitución y que se puedan cumplir los requisitos exigidos para un cambio de la forma de Estado?. ¿ De verdad piensan los políticos del PP y del PSOE que representan a  tantos y tantos ciudadanos españoles, que estos, la mayoría, por desgracia, con escasa o nula cultura políticas en aquel momento procedente de una dictadura, en 1978, cuando votaron la Constitución, eran conscientes, entre otras cosas,  de que estaban dando su aprobación a este sistema de reforma constitucional ? ¿ No es una tomadura de pelo, sobre todo a las nuevas generaciones que no participaron en dicha votación, emplear el argumento que vienen utilizando ambas fuerzas políticas para oponerse a la celebración de un referéndum, ni tan siquiera consultivo como el que se contempla en el artª. 92.1 de la Constitución?.Y la pregunta que algunos nos hacemos es la de qué postura adoptaría el PSOE, con su "corazón republicano" en el supuesto de que se presentara una iniciativa legislativa que pretendiese la reforma referida. Y decimos esto porque muchos amigos socialistas no nos contestan a la pregunta.

   En las recientes elecciones al Parlamento europeo, dejando a salvo la abstención, tanto el PP como el PSOE se han llevado un fuerte varapalo por fuerza situadas casi todas ellas a la izquierda de este último y todas a favor de un cambio de la forma de Estado, es decir, partidarias de la República. No es que creamos demasiado en las extrapolaciones pero ¿ que pasaría, por ejemplo, si en las próximas elecciones autonómicas y locales obtuvieran mayoría en España los partidos marcadamente republicanos ? Quizá sea conveniente ejercitar un poco nuestra memoria històrica.

   En las elecciones municipales celebradas en España el 12 de abril de 1931, aunque en el conjunto del país triunfaron los monárquicos, las candidaturas republicanas triunfaron en las grandes ciudades. El Rey Alfonso XIII (bastante "tocado" por una serie de acontecimientos tales como la dictadura de Primo de Rivera y la guerra de Marruecos) ante el resultado electoral, manifestó que "las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo ". Alfonso XIII abdicó y el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República en España. Es famosa la frase que dice . " España se acostó monárquica y se despertó republicana ". Desgraciadamente en el año 1936 tuvo lugar la Guerra Civil. La pregunta que nos hacemos muchos es la siguiente: ¿ Cómo procedería el ya próximo Rey Felipe VI ante un triunfo claro de las candidaturas republicanas, o mejor dicho de partidos que desean la República, en las elecciones autonómicas y localses del año 2015 ? Y, por cierto, ¿ cómo reaccionaría el PSOE ante dicha situación ?.

   Posiblemente hay cuestiones de gran calado que nos estan preocupando a los españoles, pero la cuestión de la forma de Estado en España no es, dadas circunstancias concurrentes, una cuestión baladí y merece ser tratatada y debatida con serenidad y con respeto, intentando encontrar una solución  de gran consenso para bien de nuestra democracia y nuestro futuro.

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