dijous, 25 d’abril del 2013

A vueltas con los "escraches"

   En nuestro último blog del día 15 de abril actual, al referirnos a los llamados "escraches", es decir, a las protestas y manifestaciones que están teniendo lugar últimamente, incluso frente a los domicilios de varios políticos del Partido Popular, por integrantes y simpatizantes de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), decíamos, entre otras cosas, que, si bien reconocíamos el derecho de manifestación que asiste a los ciudadanos y que está reconocido en la Constitución, no estábamos en modo alguno de acuerdo con los actos de violencia o amenazas contra nadie y, desde luego, contra los representantes políticos o gobernantes.

   Al mismo tiempo, aun reconociendo también el derecho de los políticos a criticar tales "escraches", entendíamos que algunos de ellos, no todos, puesto que parte de ellos lo han hecho de forma correcta, se han excedido en sus críticas y opiniones respecto de las protestas llevadas a cabo por la referida plataforma de afectados por las hipotecas. En nuestro blog nos referíamos concretamente a la postura del expresidente del gobierno socialista Felipe González, que adoptaba una postura de defensa de los niños de los políticos afectados por los "escraches", y, de una forma muy especial, a las manifestaciones de María Dolores de Cospedal(Secretaria General del Partido Popular y Presidenta de Castilla-La Mancha), Esperanza Aguirre(expresidenta de la Comunidad de Madrid) y Cristina Cifuentes(Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid), que calificaban a los integrantes de la PAH, por sus protestas,  de nazis, filoetarras, matones castristas, y cosas por el estilo.

   A todos los políticos que se manifestaban en estos términos o similares les pedíamos prudencia en sus críticas a los "escraches" que están teniendo lugar, sin perjucio, decimos ahora, de ejercer las acciones que la ley les permite en el caso de que realmente sufriera, ellos o sus familias, algún tipo de violencia o amenza.

   Una noticia, aparecida recientemente en la prensa y que nos ha dejado enormemente soprendidos,  ha sido la de que la Dirección General de Policía ha remitido una orden para que los agentes dejen de utilizar el término "escrache" cuando se refieran a este tipo de acciones contra representantes políticos y, en cambio, se refieran a ellas como "acosos, amenazas y coaciones". Ignoramos las razones de esta orden de los máximos responsables de la policía, pero aparte de que, como advierte el Sindicato Unificado de Policía(SUP), puede ocurrir" "con esta criminalización masiva" que un agente haga una denuncia que "el acosado, amenazado o coaccionado" no la ratifique y que los "denunciados" denuncien por su parte a la Policía por "denuncia falsa", parece darse a entender que lo que se pretende es que toda acción de protesta de la PAH, cualquier "escrache", sea considerado un ilícito penal, con las consecuencias que se pueden derivar para los participantes en este tipo de acciones.

   No obstante, dos noticias aparecidas también recientemente en los medios de comunicación, deben haber constituido un auténtico "jarro de agua fría" sobre todo frente a los que mantienen las posturas tan denigratorias respecto de los "escraches", a las que nos hemos referido. A dichas noticias nos referimos a continuación.

   Por un lado, el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, GONZALO MOLINER, ha defendido la legalidad de los "escraches", manifestando, que " en tanto no sean violentos, como no lo son, son el ejemplo de la libertad de manifestación", insistiendo en que estos actos deben respetar los derechos de las personas a las que se dirigen las protestas.

   Por otra parte, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Torrelavega(Cantabria) ha acordado el sobreseimiento de la denuncia presentada en Comisaría por el alcalde de la localidad contra los autores de un escrache en su domicilio, al considerar que no hubo amenazas ni violencia y que estaban legitimados para manifestarse.

   No quisiéramos pasar por alto, al hablar de los "escraches", a la Comunidad Valenciana.

   Según un medio de comunicación valenciano, el presidente Fabra apoya a los diputados valencianos que están siendo víctimas de los "escraches", algo que nos parece lógico y respetable.Lo que no nos parece tan respetable es que el alcalde de Gandía, según nos dice dicho medio de comunicación, tache de "nazis" a los que se manifestaron ante la sede del partido Popular.

   Como muy bien dice Josep Miquel Bausset, a algunos políticos valencianos habrí que recordarles actos y hechos como los siguientes, ocurridos en la Comunidad Valenciana:

  - Atentado contra el bar el Racó de València en 1977.

  - Asesinatos de Miquel Grau y de Guillem Agulló.

  - Boicot a una mesa redonda de la revista SAÓ en 1978.

  - Boicot a les misas en valenciano en la iglesia de los jesuitas de Valencia.

  - Dos bombas en casa de Joan Fuster, en 1978 y 1980.

   - Agresiones físicas al alcalde de Valencia, Ricard Pérez Caso, y al presidente de la Diputación de    Valencia, Manuel Girona, en 1979.

   - Bomba al profesor Sanchis Guarner, sin olvidar la violencia sufrida por Eliseu Climent, Vicent Ventura o Francesc Burguera.

   Todos estos hechos y algunos más, ¿ eran simples "escraches" o eran verdaderos actos de violencia y amenza reales? ¿ Por qué entonces callaron algunos de los políticos que ahora tratan de "nazis" o "fascistas" a los participantes en los "escraches", afectados por algo tan carente de humanidad como un desahucio.

   Concluimos condenando de nuevo todo tipo de violencia y amenazas, vengan de donde vengan, pero también condenamos y estamos totalmente en contra de las manifestaciones fuera de tono, y que en algún país de nuestro entorno serían constitutivas de delito, como tratar de "nazi" a alguien sin fundamento, de algunos politicos a las que nos hemos referido. Reiteramos que hace falta una gran dosis de prudencia en TODOS nuestros políticos y gobernantes y, sobre todo, hace falta que abandonen de una vez sus enfentamientos estériles y que trabajen conjuntamente en busca de soluciones, adquiriendo conciencia de los graves problemas que afectan a una parte cada vez mayor de los ciudadanos, ya que, de lo contrario, estamos abocados a un callejón sin salida.

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dilluns, 15 d’abril del 2013

Algunos políticos estarían mejor "calladitos" o siendo más prudentes.

   Antes de hacer un breve comentario sobre un tema de palpitante actualidad como lo es el referido a las denominados "escraches" que, actualmente, se viene dando en nuestro país, quisiéramos referirnos o recordar el significado de algunos términos que algunos políticos españoles vienen utilizando con el ánimo de desprestigiar a los que realizan o llevan a cabo los mismos:

   Escrache.- Es un vocablo de uso corriente al parecer en países latinoamericanos como Argentina y Uruguay y que, recientemente, se utiliza también en España. El término "escrache", en el campo de la política, se origina en Argentina, y es o era utilizado por la asociación  de derechos humanos HIJOS para denunciar a los genocidas tras el proceso del indulto concedido por el presidente Carlos Menem, consistiendo en que un grupo de activistas de derechos humanos se dirige al domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar. En Chile esta figura recibe el nombre de "funa" y en Perú se le llama " el roche".

   En España, los "escraches" se refieren a la serie de actuaciones que se está llevando a cabo  por miembros y simpatizantes  de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), ante diputados del Partido Popular, generalmente ante sus domicilios, tras la presentación de la Iniciativa legislativa Popular (ILP), con millón y medio de firmas y la admisión a trámite de la misma por el Congreso de los Diputados,  ante la negativa, sobre todo del PP, que se opone a su convalidación. Con dicha iniciativa legislativa popular se pretendía acabar con los abusos que están suponiendo los miles y miles de desahucios que se han producido y se siguen produciendo en España desde hace varios años, desahucios cuya intensidad da la impresión que ha decrecido sustancialmente últimamente, tal vez quizá, no solo por estas movilizaciones, sino también por el criterio reciente de la Unión Europea que ve en la legislación española muchas "claúsulas abusivas" y por el criterio expresado también por dignos representantes del poder judicial.

   Nazismo.-  Aunque se necesitarían verdaderos ríos de tinta para describir todas las atrocidades y crímenes del nazismo, baste decir  que el mismo es una doctrina fundada( o al menos llevada a sus últimas consecuencias) `por Hitler, doctrina que propugnaba un nacionalismo alemán de carácter expansionista, que mantenía la supremaciía y superioridad de la raza germánica y, además, un racismo seudocientífico, fundamentalmente antisemita. Basta recordar las atrocidades cometidas por las juvenudes hitlerianas y el holocausto para que nos hagamos una idea de aquello en que consistió el nazismo.

   Filoetarra.- Literalmente significa amante de la organización terrorista vasca ETA. Quizá no hagan falta más explicaciones porque todo el mundo conmoce lo que significa la ETA y sus defensores y simpatizantes.

   Posiblemente, a más de uno le parezca una perogrullada que nos hayamos permitido recordar o explicar el significado de los tres términos citados, pero creemos que era interesante hacerlo por lo que se dirá a lo largo de nuestro comentario.

   Sin ningún tipo de duas, hay que admitir que los políticos y los partidos a los que pertenecen estàn perfectamente legitimados para criticar las actuaciones, los "escraches", que vienen teniendo lugar desde hace un tiempo en nuestro país frente a los domicilios particulares, sobre todo de políticos pertenecientes al Partido Popular. Las críticas a los "escraches" proceden de muchos grupos políticos, no solo del PP sino también,por ejemplo, del PSOE y de UPyD. Incluso el expresidente del gobierno socialista Felipe González ha criticado esta conducta de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, aludiendo al mal psicológico que se podría hacer a los niños de los políticos afectados.

   Nadie discute la legitimidad de los políticos, como hemos dicho, para manifestar sus críticas frente a los "escraches". No obstante, aunque tiene sus riesgos sacar las frases de su contexto, las afirmaciones de Felipe González no parecen del todo afortunadas. A ellas se refiere, en el periódico digital nuevatribuna.es, Joaquín Aparicio:

   "Sin duda los niños no deben ser asustados, eso no se discute. Pero lo que sorprende es la sensibilidad que despiertan los hijos de unos (representantes políticos) y la poca que generan los de los otros(los desahuciados). Se ve que todos los niños no son iguales. ¿No es acaso violencia que un día se presenten en la casa funcionarios judiciales, policías, cerrajeros e incluso bomberos y manden a la calle a los niños con sus padres por efecto de una ley aberrante que favorece descaradamente los intereses de la banca? Una ley que ha sido desautorizada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Esos niños no van a la calle porque sus padres sena unos vagos tramposos, sino trabajadores que queriendo y pudiendo trabajar no se les ofrece oportunidad de hacerlo. O puede que sean unos trabajadores precarios a los que la "reforma laboral" ha condenado a una reducción de sus salarios y condiciones de trabajo y les ha arrojado a la nueva y terrible categoría de "pobreza laboral" ".

   Por su parte, Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea, intenta que en España se apliquen nuevos recortes en la protección social y en la legislación laboral que permita despedir todavía más fácilmente a los trabajadores y reducir los salarios. Por ello, concluye Joaquín Aparicio, diciendo que" Felipe González y Olli Rehn harían mejor en preocuparse de todos esos niños que sufren y van a sufrir por medidas injustas de un capitalismo desenfrenado, sin otro valor que el lucro de una clase social dada a la rapiña".

   Pero lo que resulta inadmisible y aberrante son las recientas manifestaciones de destacados miembros del Partido Popular, al referirse a los "escraches". He aquí algunas:

   María Dolores de Cospedal ha comparado de forma reiterada los escraches con el "nazismo puro"  y que se parecen a los hechos que tuvieron lugar  allá por los años 1930 y siguientes. Ignoramos los conocimientos que la Secretaria General del PP tiene del nazismo y de la historia , pero como sean simliares a los que tiene del Derecho laboral, como nos demostró al hablar en rueda de prensa del caso Bárcenas, con aquello de la "indemnización diferida" o algo por el estilo, arreglados estamos. Y corren rumores de que María Dolores de Cospedal aspira a ser algún día presidenta del gobierno de España.

   Esperanza Aguirre ha usado su blog para decir que "los que se manifiestan son émulos de las juventudes hitlerianas o las patrullas castristas de Cuba" y que "los activistas de las plataformas antidesahucio y sus seguidores son unos energúmenos, violentos acosadores y epígonos de las tácticas de los peores totalitarismos del siglo pasado", añadiendo también que "son imitadores del matonismo de los seguidores de ETA en el País Vasco, ese matonismo que no ha dejado vivir en libertad a los ciudadanos de esa parte de España", opinión que, en cierto modo, también comparte la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, señora Cifuentes.

   Quisiéramos finalizar con unas breves conclusiones:

   Primera.-  Aunque, según recientes encuestas, existe una mayoría en nuestro país favorable a los escraches, por nuestra parte, si bien reconocemos, como es óbvio, el derecho a manifestarse públicamente a protestar, a dirigir escritos y quejas, a formular denuncias, a la iniciativa legislativa opular, etc. etc., por parte de los ciudadanos, ya que todos son derechos democráticos y que ampara nuestra Constitución, entendemos que no se debe violentar no solo fisicamewnte pero tampoco verbalmente , la intimidad personal y familiar de nadie y, por supuesto, de los representantes políticos y sus familias. Además, consideramos que hacer esto es un error contraproducente a medio o a largo plazo.

   Segunda.- Reconociendo el derecho legítimo de los políticos y gobernantes a manifestar sus críticas, en este caso, frente a los escraches, algunas afirmaciones como las de Felipe González nos parecen inoportunas y parciales, pero, si bien muchos miembros del Partido Popular han hecho patentes sus críticas de una forma correcta, las formuladas, entre otros, por Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal, nos parecen, como hemos dicho, del todo punto inadmisibles y aberrantes, por no decir de "Juzgado de Guardia". No se puede adjetivar a nadie de "nazi" o "proetarra" tan alegremente como las mismas han hecho.

   Por ello, entendemos que algunos políticos, sean del partido político que sean, estarían mejor "calladitos" o haciendo gala de unas mejores dosis de prudencia.

  Tercera.- Pero lo mas triste de todo es que con todo esto se está eludiendo el drama de tantas y tantas familias(con sus niños, sí, también con sus niños).Da auténtica pena ver o escuchar debates en las cadenas de televisión o de radio, incluso en alguna de marcado matiz progresista, donde al hablar de esta cuestión se dedica más del ochenta por ciento del tiempo a hablar de los escraches y no del problemas real  y acuciante que sufren miles de ciudadanos en nuestro país, como es el de perder algo tan vital como su vivienda, por culpa de una crisis ocasionada en gran parte por quienes ahora los desahucian.

   Cuarta.- Es posible que se nos tache de partidistas pero no nos duelen prendas en afirmar que de la situación presente, del drama social al que nos estamos refiriendo, son responsables los dos grandes partidos políticos españoles: el Partido Socialista y el Partido Popular. A ambos les exigen los ciudadanos menos demagogia y un real solución del problema. Las dos formaciones políticas citadas han tenido de sobra mucho tiempo para solucionar o paliar de una forma efectiva el mismo. Ellos son corresponsables de esta delicada situación y se impone un pacto entre ambos, junto con el resto de formaciones políticas, para salir de este atolladero

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dijous, 4 d’abril del 2013

"¿ Delenda est Monarchia ? (¿Hay que destruir la Monarquía?)"

   Existe una frase latina atribuida al político, escritor y militar romano, Marco Poncio Catón (234 a.C.-149 a.C.), apodado El Censor, Sapiens, Priscus o Major (el Viejo), que al parecer la pronunciaba cada vez que finalizaba sus discursos en el Senado romano, durante los últimos años de las Guerras Púnicas, entre Roma y Cartago, alrededor del año 150 a. C. y que decía "Delenda est Carthago", es decir, Cartago debe ser destruida.

   El gran filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset (9.5.1883-18.10.1955) , tal vez emulando a Catón el Viejo, escribió un artículo en el periódico El Sol el día 15 de noviembre de 1930, bajo el título "Delenda est Monarchia". Ortega y Gasset se refería en su artículo a la dictadura del general Primo de Rivera, que contó con la connivencia del rey Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I, y al llamado " error Berenguer·", es decir, al Gobierno que sucedió a dicha dictadura.

   No es que el filósofo y pensador español propusiera que había que destruir la Monarquía, pero tal vez resulte interesante conocer o recordar alguno de los párrafos de su citado artículo, los cuales reflejan la situación por la que España atravesaba entonces. Ortega y Gasset decía cosas como las siguientes:

   Citaba las palabras del gobierno Berenguer , tras siete años de dictadura, "volvamos tranquilamente a la normalidad por los medios más normales, hagamos "como si" aquí no hubiese pasado nada radicalmnte nuevo, sustancialmente anormal".

  Y ante ello, Ortega y Gasset, comentaba:

   " Veinte millones de hombres ya maltratados de antiguo, después de haberlos vejado, pisoteado,. envilecido y esquilmado durante siete años. Y, no obstante, pretende impávido(creemos que refiriéndose a Alfonso XIII), seguir al frente de los destinos históricos de esos españoles y de esta España".

   "Y como es irremediablemente un error, somos nosotros, y no el Régimen mismo; nosotros gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestros conciudadanos:
¡Españoles, vuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo!.

   Todos sabemos lo que ocurrió en España poco después. Se proclamó la II Republica y tuvo lugar en el año 1936 la cruenta Guerra Civil.

   En uno de nuestros blogs del pasado mes de enero, al hablar sobre "la irresponsabilidad del Rey", comentábamos algunos hechos que, de alguna forma, están" salpicando" últimamente a la Monarquía española. Nos referíamos a hechos tales como la cacería de Juan Carlos I en Botswana, a sus relaciones con la "princesa" alemana Corinna zu Saya -Wittgenstein y al caso del yerno del Rey Urdangarín, acusado de varios delitos. A ellos hay que añadir hechos recientes como el conocimiento público de la herencia millonaria del Rey, procedente de su padre, depositada en Suiza, de la que se ignora hasta hoy si ha cumplido o no con las obligaciones fiscales con el Estado español o si estaba exenta de ello, al supuesto papel de la citada "princesa Corinna" en algunos asuntos relacionados con la política exterior de España y, por si faltaba algo más y ello sí que ha sido una auténtica bomba, la imputación que el juez José Castro, en un auto judicial, ha formulado contra la infanta Cristina, como "cooperadora necesaria" en relación con el caso Urdangarín, de su esposo, auto en el que también el juez instructor deja entrever cierta actitud de la Casa Real no demasiada clara y transparente en este asunto.

   Ante estos hechos que afectan tan gravemente a la Casa Real española, sobre todo tras la imputación de la infanta Cristina en el caso Urdangarín, en el caso Nóos, diversos medios de comunicación, tanto europeos, como latinoamericanos y estadounidenses, se han referido a los mismos, llegando algunos incluso a vaticinar "el fin del Rey Juan Carlos". Permítasenos citar lo señalado en dos de los más importantes periódicos a nivel mundial: el The New Times y el  The Wall Street Journal.

   El primero de los medios citados nos dice que "la imputación llega en un momento en que la corrupción sacude todas las instituciones públicas de España, que ha minado la confianza de los españoles en sus instituciones".

   Por su parte, el segundo afirma que  el hecho de que el juez haya citado a "la hija del Rey como sospechosa en un caso criminal es un hecho sin precedentes en la historia moderna contra un miembro de la Familia Real de España, y la última vergüenza para la élite política y económica del país", añadiendo que "encuestas de opinión muestran que el apoyo de los dos principales partidos, el gobernante Partido Popular y los socialistas, se encuentran en su nivel más bajo".

   La verdad es que, además de la crisis política y económica, esta última afectando gravemente a tantas y tantas familias de españoles,sin olvidar los casos de corrupción, solo nos faltaba esta crisis que afecta, se diga lo que se diga, a la más alta magistrautra del Estado, al Rey y a la Corona.

   Seguramente, la frase de Ortega y Gasset no sea la más adecuda y prudente en estos difíciles momentos por los que atraviesa España. Peor sería todavía que se impusiera o proliferara, ante la falta de soluciones y la desafección de los ciudadanos con los políticos, el grito , no de ¡Delenda est Monarchia!, sino el de ¡Delenda est Democracia!. Y ello sí que sería un error de fatales consecuencias como nos enseña nuestra historia y la de muchos pueblos a la largo y ancho del mundo.

   Creemos que al igual que en alguna ocasión se ha dicho que hay que regenar nuestra política quizá no sea aventurado decir que también procede una regeneración en la Jefatura del Estado. Tal vez no es el momento de plantearnos el binomio República-Monarquía, de la forma de Estado, pero, posiblemente, haya llegado el momento de que el Rey tenga el gesto de abdicar en su hijo, el príncipe Felipe,  con el objeto de lograr una auténtica regeneración de la Monarquía española.

   Para concluir, es importante saber que en el tema de la abdicación, el artículo 57.5 de la Constitución española establece  que las abdicaciones se resolverán por una ley orgánica, algo que todavía no ha tenido lugar en España, ya que nuestras Cortes no han procedido a aprobar tal tipo de norma, resultando sosrprendente que, precisamente en estos momentos, nuestro Presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, según nos refiere el periódico digital Publico.es , se muestre indiferente ante esta cuestión, manifestando que no tiene previsto hacer "absolutamente nada" con respecto al desarrollo de la ley orgánica sobre la Corona que contempla el citado precepto constitucional para una posible abdicación del rey, a trasladar la petición de que la infanta renuncie a sus derechos dinásticos o a incluir en la ley de transparencia a la Casa Real en los mismos términos que cualquier otra institución. Deseamos que no nos tengamos que arrepentir por no hacer bien las cosas y a su debido tiempo.

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