dijous, 10 d’abril del 2014

Sobre el derecho a decidir de los catalanes



   El pasado martes, día 8 de abril, tuvo lugar en el Congreso de los Diputados el debate y votación relacionado con el llamado derecho a decidir de Cataluña.

   La proposición de ley orgánica presentada ante dicha càmara legislativa por los representantes del Parlament de Catalunya  Jordi Turull, de CiU, Marina Rovira, de ERC, y Joan Herrera, de ICV-EEiA, solicitando el traspaso a la Generalitat de la competencia estatal para convocar y celebrar un referéndum consultivo a la ciudadanía de Cataluña sobre el futuro político de esta, fue, como era previsible, ampliamente rechazado con 299 votos en contra, 47 a favor y una abstención.

   La casi totalidad de las intervenciones de los distintos representantes y portavoces parlamentarios, incluido el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el lider del partido mayoritario de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, creemos, se coincida o no con ellas, que lo fueron en un tono correcto y respetuoso, a excepción de alguna intervención un tanto intempestiva como, por ejemplo, la de Rosa Díez, portavoz de UPyD, la cual, entre otras cosas, acusó a los representantes del Parlament de Catalunya de tener " un discurso basado en la hispanofobia que se parece demasiado al discurso de la eurofobia", de que pretenden " quitar derechos a los ciudadanos ", de que " los no nacionalistas viven oprimidos en Cataluña ", etc., etc. A la señora Díez le diríamos un par de cosas. La primera es que, solemos visitar Cataluña con relativa frecuencia y convivir con catalanes de toda clase y, aunque " en todas partes se cuecen habas ", desde luego podemos afirmar con rotundidad que parece que hayamos visitado otra galaxia diferente de la que nos intenta describir Rosa Díez. La segunda es que consideramos humano y legítimo el denominado "cambio de chaqueta" (esperamos que Rosa Díez no lo haya hecho por oportunismo politico electoralista) pero, si no  estamos mal informados, la señora Díez ingresó en la UGT en 1976 y se afilió al PSOE en 1977. Si tampoco nos falla nuestra información, el PSOE, en octubre de 1974, en el Congreso de Suresnes, subrayó que " la definitiva solución del problema de las nacionalidades y regiones que integran el Estado español parte indefectiblemente del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminación de las mismas, que comporta la facultad de que cada nacionalidad y región pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado español ". Similar afirmación tuvo lugar en el 27 Congreso del PSOE, en diciembre de 1976. Si la señora Díez se afilió al PSOE en 1977 nos atrevemos a preguntarle si entonces reconocía y aceptaba el derecho de autodeterminación de las nacionalidades y regiones de España. Ya sabemos que ahora no, como también lo dice ahora el PSOE, escuchándose barbaridades como la de Alfonso Guerra que ha manifestado públicamnete que lo que debería hacer el partido socialista, dada la postura del Partit del Socialistes de Catalunya, es excluirlo o expulsarlo del PSOE.

   Ya hemos dicho que, en líneas generales, la casi totalidad de las intervenciones en el referido debate fueron, a nuestro entender, correctas y con el respeto a los adversarios políticos. Creemos como muchos que el problema de las relaciones entre Cataluña y España es de un enorme calado político y que, tal como apunta incluso la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, de alguna manera compete a los responsables políticos catalanes y españoles encontrar la fórmula política y jurídica que permita lo que algunos llaman el " encaje" de Cataluña dentro del Estado.

   De todas las intervenciones que tuvieron lugar el martes en el Congreso de los Diputados, nos queremos quedar con algo que dijo Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque no siempre valoremos positivamnete algunos de sus posicionamientos políticos:

   " No soy capaz de imaginarme un futuro mejor que una Catalunya comprometida con España...aquellos catalanes que nunca sintieron como extranjeros a Antonio Machado o a Miguel Hernández, y aquellos españoles que sintieron como propios a Joan Miró o a Salvador Espriu...tienen el inmenso reto de tejer un nuevo marco de convivencia..."

   ¡ Qué hermosas palabras si fueran realidad !

   Algunos todavía nos acordamos de las multas que se imponían en las escuelas valencianos a los alumnos y  alumnas por hablar en valenciano o cuando a las huertanas valencianas que se dirigían a la Administración Pública en su lengua, se les exigía que hablasen "en cristiano". Claro, se nos dirá, eran tiempos de la dictadura franquista. Pero es que, en plena democracia, en algún viaje a Madrid, al oírnos hablar en nuestra lengua (no todo el mundo es igual dese luego) se nos ha dicho que no hablemos en "polaco" o lo que es peor que hablemos "español" , manifestaciones escuchadas tristemente también en nuestra propia tierra, en Valencia, ignorándose que el artículo 3.2 de la Constitución española, esa Constitución que muchos citan y se les llena la boca de agua al hacerlo,  reconoce la españolidad de todas las lenguas que se hablan en España, no solo del castellano.

   Quizá a algunos les resulte baladí esta cuestión, pero ello es una muestra de lo difícil que resulta en parte la convivencia y ese pretendido "encaje" entre lo que para algunos se considera " la esencia de España" y el resto de los pueblos con su historia, lengua, cultura, identidad y la conciencia de tenerla, etc. que integran el Estado. Por no hablar, en el caso de Cataluña, de las campañas orquestadas por el Partido Popular contra la misma, con recogida de firmas y boicot a los productos catalanes incluso, durante la tramitación del proyecto de nuevo Estatut, el cual, habiendo presentado recurso contra el mismo  esta fuerza politica, fue declarado en parte inconstitucional por el Tribunal Constitucional, algo que empeoró el clima de las relaciones entre Cataluña y España.Y todo ello lo que da lugar es a que el independentismo catalán, vaya "in crescendo".

   Se impone, pues, y sin mucha tardanza, la búsqueda de una solución política y juridica, llámese federación, confederación, reforma de la Constitucuón, etc., pero nuestros políticos no pueden permanecer impasibles ante esta situación.

   Para terminar, nos vienen a la memoria algunos versos del poeta catalán Salvador Espriu, entresacados de su conocido poema La pell de brau, al referirse a Sepharad (España):

                                               Escolta, Sepharad: els homes no poden ser
                                               si no són lliures.
                                               Que sàpiga Sepharad que no podrem mai ser
                                                si no som lliures.
                                                ...
                                                Fes que siguen segurs els ponts del diàleg
                                                i mira de comprendre i estimar
                                                les raons i les parles diverses dels teus fills.
                                                ...
                                                Que Sepharad visca eternament
                                                en l'ordre i en la pau, en el treball,
                                                en la difícil i merescuda
                                                llibertat. 


                                                                                .-.-.-.-.-.-.-.