El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció la pasada semana en el Congreso de Diputados, a bombo y platillos, jaleado y aplaudido por los diputados del Partido Popular, toda una serie de medidas que van a suponer importantes cargas para una gran mayoría de ciudadanos.
Pero el señor Rajoy no lo dijo todo. Hemos tenido que leer y releer el Boletín Oficial del Estado del día 13 de julio pasado, concretamente el Real Decreto-Ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, para darnos cuenta de ello.
Como muchos seguramente conocen, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) es un organismo adscrito al Ministerio de Empleo (antes lo estaba al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales) que garantiza a los trabajadores la percepción de salarios e indemnizaciones por despido o extinción de las relaciones de trabajo, pendientes de pago por insolvencia de los empresarios.
Antes del citado decreto, el FOGASA venía abonando a los trabajadores un máximo de 150 días de salario, con la base de cálculo diario del triplo del salario mínimo interprofesional, así como, respecto de las indemnizaciones por despido o extinción de la relación laboral, un maximo de 12 mensualidades, con la misma base de cálculo diaria.
Pues bien, a partir de la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 20/2012, la participación del FOGASA en cuanto al pago de salarios se reduce a 120 días, con una base de cálculo diaria del doble del salario mínimo interprofesional, y, en cuanto a las indemnizaciones, si bien se mantiene el máximo de 12 mensualidades se reduce también la base de cálculo diaria al doble del salario mínimo interprofesional. Y de todo esto, de este nuevo recorte, insistimos, el señor Rajoy no dijo nada en sede parlamentaria. Bueno, de otros aspectos también se enteraron antes los ingleses que los propios españoles. Por lo visto, todavía no estamos preparados para entender ciertas cosas. Posiblemente, todavía alguien recuerde aquello que se decía en la dictadura franquista de que el pueblo español no estaba preparado para la democracia.
Por ello, decimos que el gobierno ha actuado con "nocturnidad y alevosía" (lo de nocturnidad nos atrevemos a decirlo porque pensamos que tal vez el BOE se elabore en horario de trabajo nocturno). Lo que si está claro es que cada día, de una u otra forma, se están recortando cada vez más los derechos y prestaciones a favor de los trabajadores. Recordemos la merma de derechos que les supone la reforma laboral, la imposición de tasas judiciales en materia social, lo que va dificultar las reclamaciones judiciales de los trabajadores, el aumento del IVA, la reducción de las prestaciones por desempleo, etc, etc... Insistimos de nuevo, no somos expertos en materia económica, pero ¿hasta cuándo se cree que podrán resistir en nuestro país las clases medias y trabajadoras esta situación?
No quisiera terminar sin hacer alusión a la última guinda de Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, el que dijo, gobernando José Luis Rodríguez Zapatero, que se hundiera España, que ellos ya la levantarían. En la última sesión de nuestra Cámara Alta, del Senado, el señor Montoro, intentando marcarse un farol, anunció que no se quitaría la paga extraordinaria de Navidad a los funcionarios mileuristas, aquellos que no superen los 962 euros mensuales, es decir, el 0,57 % de los empleados públicos, unos 15.000. El señor Montoro tuvo que reconocer su fallo (¿es que acaso el Ministro no lee el BOE?) y admitir que buscaba, con su anuncio, la atención de los medios de comunicación. Vivir para ver.
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