dimecres, 26 de març del 2014
¿Qué debemos hacer los ciudadanos ante las próximas elecciones al Parlamento Europeo?
El próximo 25 de mayo tendrán lugar en los países miembros de la UInión Europea las elecciones de diputados que nos representen en el Parlamento Europeo, de los que a España corresponden 54 representantes.
Como es público y notorio, en los países europeos, sobre todo en los llamados "países del Sur", entre los que se incluye a España, existe una enorme desafección hacia la política en general y hacia los partidos políticos y sus dirigentes en particular por su actitud y comportamiento ante los problemas reales de los ciudadanos. En el caso de España los ciudadanos, sobre todo las clases medias y trabajadoras, están sufriendo en su "propias carnes" la política neoliberal de la Unión Europea, que en nada está ayudando a superar, en lo que de verdad afecta a las personas y sus familias, la grave crisis económica que estamos atravesando, aplicando el gobierno español, al igual que el de los países de nuestro entorno, una política de subordinación absoluta a los dictados de la "troika" (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) y del gigante alemán, a través de su canciller "Frau Merkel". Ante esta situación es lógico que muchos ciudadanos españoles y europeos duden sobre la conveniencia y efectividad de su participación en los próximos comicios europeos, algo que, por otra parte, ya viene siendo habitual en anteriores elecciones.
Por ello, hemos creído interesante hacer unas breves consideraciones en torno a la Unión Europea.
Como muy bien nos recuerda Pedro Luis Angosto (diario digital "nuevatribuna.es" de 28.2.2014) fue el político socialista Arístide Briand, presidente del Consejo y ministro de Exteriores de Francia, quien en 1929, en la sede de la Sociedad de Naciones, expuso la ncesidad de construir una federación europea que " sirviese para erradicar la guerra de la faz del continente ", basándose en los principios que habían inspirado la Revolución Francesa. Muchos políticos europeos, entre ellos Benda, Herriot, Combes, Clemenceau y el canciller alemán Stresemann, a excepción de los representantes del Reino Unido, apoyaron la iniciativa de Briand. Fallecido este en 1932, otros políticos como Schuman y Monnet, junto a De Gasperi y Adenauer, fueron los pioneros de lo que años más tarde fue la Unión Europea.
Mediante el Tratado de París de 1951, seis naciones europeas (Francia, República Federal de Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica e Italia) deciden crear la CECA ( la Comunidad Económica del Carbón y el Acero ) y, desde esa fecha y tras los sucesivos tratados, entre ellos el Tratado de Roma de 1957, el Acta Única de 1985, el Tratado de Maastricht de 1992, el Tratado de Niza de 2001 y el Tratado de Lisboa de 2009, y después de las sucesivas incorporaciones de nuevos países miembros hasta un total de 28, llegamos a la Unión Europea actual, en cuyo proceso de consolidación merecen destacarse políticos de la talla de Charles De Gaulle (recordemos que el viejo general y presidente de la República Francesa mantenía una postura contraria al ingreso del Reino Unido en el entonces llamado Mercado Común Europeo, pues consideraba que con dicho ingreso desaparecería Europa ya que la Gran Bretaña "no era otra cosa que el caballo de Troya de la nación yanqui"), Helmul Kohl, François Mitterand y Felipe González, todos los cuales hicieron lo posible por avanzar en la "cohesión europea", acordando destinar importantísimas cantidades de dinero a los "países periféricos", como era el caso de España.
Respecto al funcionamiento actual de la Unión Europea hay que decir que son muchos los órganos e instituciones existentes en su seno, pero básicamente conviene destacar el Consejo Europeo, integrado por los líderes nacionales europeos, la Comisión Europea, cuyos miembros son nombrados por los gobiernos nacionales, y el Parlamento Europeo, integrado por 766 diputados elegidos directamente por los ciudadanos europeos, cuya nueva elección tendrá lugar como hemos dicho el próximo 25 de mayo.
Precisamente, es el Parlamento Europeo aquello que, en principio, interesa conocer a quienes vamos a decidir participar o no en las elecciones del mes de mayo.
Las funciones más importantes del Parlamento Europeo, con sus tres sedes en Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo, son las siguientes:
- Debatir y aprobar, junto con el Consejo, la legislación de la Unión Europea. Hemos querido subrayar lo de "junto con el Consejo" porque, en cualquier país democrático, la aprobación de las leyes compete exlusivamente al poder legislativo, a través de su parlamento elegido libre y directamente por sus ciudadanos.
- Someter a control a otras instituciones de la Unión Europea, como la Comisión, para " garantizar su funcionamiento democrático" (el entrecomillado es nuestro).
- Debatir y adoptar, junto con el Consejo, el presupuesto de la Unión Europea. De nuevo subrayamos lo de "junto con el Consejo" porque en los países democráticos la aprobación de sus Presupuestos Generales es quizá su ley más importante y es aprobada también exclusivamente por su parlamento.
Ejercer el "control democrático" de las instituciones europeas (fórmula un tanto genérica y sin excesiva concreción) así como intervenir en el nombramiento de comisarios, examen de las peticiones de los ciudadanos, crear comisiones de investigación, emitir informes, etc.
En vísperas de las citadas elecciones al Parlamento Europeo son varias las opiniones y críticas que están teniendo lugar en los distintos medios de comunicación.
Mario Marcelo Regidor (nuevatribuna.es, de 27.02.2014) es favorable a la participación en las elecciones europeas, manifestando que "no cabe duda de que...debemos ser conscientes de lo que nos jugamos con las normativas que emanan de Europa y que son de obligado cumplimiento para los países miembros. De nuestra capacidad de comprometernos dependerá en gran parte el cariz político e ideológico que tomarán las políticas europeas durante los próximos 5 años ".
Sin embargo, la mayoría de las opiniones y comentrarios aparecidos en los medios de comunicación son bastantes críticos respecto a la estructura y funcionamineto de la Unión Europea y del Parlamento Europeo en especial.
El analista político, Gustavo Búster, considera que " el divorcio entre las élites que dirigen la UE y las ciudadanos responde al defícit democrático en el que se asienta el actual proceso de construcción europea y su estrcutura institucional".
En idéntico sentido, el medio de comunicación ATTAC denuncia que "la representatividad del Parlamento cede el papel predominante a otras instancias europeas que imponen sus criterios, generalmente de manera opaca, instancias no electas como la Comisión, el Consejo Europeo o el Banco Central".
Xavier Pedrol, profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Barcelona, manifiesta que "las sucesivas ampliaciones competenciales del Parlamento, tras medio siglo de integración, se muestran del todo insuficientes para solventar la ausencia de los requisitos básicos de un Estado de Derecho, que de entrada exigiría una verdadera separación de poderes y otorgar al Parlamneto la iniciativa legislativa. Como también resultan insuficientes instrumentos como la Carta de Derechos proclamada en Niza que, en aras de compensar la creciente falta de legitimidad, se han ido incorporando al ámbito comunitario. De esos polvos, el lodazal en qu estamos. En estas condiciones, el Parlamneto Europeo puede ser útil, en el mejor de los casos, para evitar una mayor degeneración antidemocrática y antisocial pero harto difícil resulta considerarlo un instrumento apto para refundar la UE en un sentido más social y democrático".
Son muchos también los ciudadanos que se preguntan para qué sirve el Parlamento Europeo, entendiendo que casi todo en Europa " sirve para casi nada salvo las reuniones de Merkel consigo misma y con los demás, las reuniones de los presidentes y jefes de gobierno, alguna comisión que otra , etc. El resto es furrufalla...Es ridículo pero seguiremos pagando a 766 señores que ni saben para que están ahí salvo para cobrar dietas aunque sea haciendo trampas "( Club de Debate del 20.11.2013).
Es obvio, pues, que muchos ciudadanos europeos nos planteemos muchas dudas en cuanto a la participación o no en las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Motivos para no ser muy optimistas no nos faltan pero quizá sea bueno no perder del todo la esperanza, evocando las palabras y la herencia de los grandes europeístas, tales como los ya citados al principio y otros como Ferry, Renau, Jaures, Ortega, Esplá,. Pacciardi, Natoli y otros, los cuales, según nos recuerda Pedro Luis Angosto, afirmaron en su día que "Europa no era solo una entidad económica de primer orden, sino la patria de la Democracia, del respeto a los Derechos Humanos, de la Justicia Social, de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, de la cultura, del asilo político, del humanismo, de la civilización y del laicismo". ¡ Qué pena ( como dice el citado Pedro Luis Angosto) que Europa sea hoy la Europa de los mercaderes, ajena por completo a los intereses de los ciudadanos europeos !.
A pesar de todo, pensamos que los ciudadanos españoles y europeos, sin demasiada ilusión y convicción, pero sin perder del todo la esperanza en que Europa sea aquello en lo cual soñaron los grandes europeístas citados y lo que la inmensa mayoría deseamos, debemos acudir a votar el 25 de mayo.
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