dimecres, 21 de maig del 2014

A buenas horas, mangas verdes

   El que suscribe no es un experto internauta y ha tenido que enterarse realmente del significado del término "twitter", palabra inglesa que suele traducirse al parecer como "gorjear" o "trinar" y que es el nombre de una red de "microbloging" (vaya con las palabritas) que permite escribir y leer mensajes en Internet que no superen los 140 caracteres. Constituye una variante de los "blogs". La diferencia radica en la brevedad de sus mensajes y en su facilidad de publicación, ya que pueden enviarse desde el móvil, ordenador o dispositivos con "software" de mensajería instantánea.

   Según parece, si un usuario publica un mensaje en su página de Twitter, este es enviado, de forma absolutamente gratuita y automática, a todos los usuarios que hayan escogido la opción de recibirlos.

   Para un inexperto como yo, le era imprescindible tener esta mínima información para entender lo ocurrido tras el asesinato de la presidenta de la Diputación de León y miembro del Partido Popular, Isabel Carrasco, asesinato, en principio, salvo que en su día se demuestre otra cosa,  debido a la venganza de una madre por el despido de su hija del organismo provincial citado y por decisión de la mencionada Isabel Carrasco.

   Según los medios de comunicación, han sido varios los mensajes en Twiter, sobre todo de jóvenes, que han dado lugar a algunas detenciones por aplaudir el crimen de Isabel Carrasco o incluso por pedir la muerte de otros políticos.  Ha habido algún medio de comunicación que ha intentado relacionar dicho crimen que, repito, en principio obedece a una venganza personal, con los escraches  y con el clima de animadversión hacia los politicos. Así, por ejemplo, los diarios ABC y EL MUNDO, en recientes editoriales, llegan a confundir o mezclar el asesinato de la presidenta de la Diputación de León con los escraches o las críticas a los políticos en redes sociales. El diario ABC llega a decir que la "deslegitimación de los políticos se ha puesto de moda y ha extendido el argumento subliminal de que todo vale contra ellos, desde un insulto a través de las redes sociales a un acoso a domicilio". Continúa diciendo este periódico que "el debate más oportuno que podría suscitar este asesinato apunta en sentido muy distinto: el de la exposición permanente de la clase política a un jucio público en el que se atribuye la responsabilidad directa de todos los males que sufre el país". Por su parte, en el diario EL MUNDO, se afirma que el asesinato se produce en un ambiente de "creciente animadversión hacia los miembros de la clase política" y "donde antes había respeto o indiferencia se reproducen ahora escenas de violencia".

   Similares manifestaciones han tenido lugar en otros medios de comunicación, sobre todo de destacados periodistas de la llamada "Brunete mediática", y también de destacados políticos, especialmente del Partido Popular.

   Desde luego, los comentarios o mensajes en Twitter insultando a Isabel Carrasco y a otros políticos, incluso deseando su muerte, no pueden ser catalogados más que de infames, miserables y reprobables, y deben ser sancionados de acuerdo con la ley. De todos modos, es sorprendente la agilidad hecha patente ahora por el Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, intentando poner límites a insultos y amenazas en las redes sociales. Y digo esto, porque, ante insultos y amenazas parecidos a personas no afines al Ministro ni a su partido, no se ha opinado asi ni por algunos medios de comunicación ni por los dirigentes del Partido Popular. He aquí unos ejemplos:

    A Ana Pastor, la  periodista que fue presentadora y directora de Los Desayunos en TVE cuando el Partido Popular estaba en la oposición, en Twitter se le dijeron cosas tan bonitas como "roja, facha, vendida, puta, hija de la grandísima puta, cerda", " en una esquina serías más eficiente", "deberían degollarte las tropas moras de Franco", " solicito permiso para meterte en un  campo de concentración en el ala de violadores inmigrantes", etc.

    A Pilar Manjón, cuyo hijo fue una de las víctimas del 11-M, en el año 2012, es decir, gobernado el partido Popular, Luis Gutiérrez,miembro de Nuevas Generaciones de dicho partido le escribió en Twitter la siguiente lindeza: "Lo de Pilar Manjón es infame. Cada día dudo más que el hijo de esa tipeja fuese el 11-M en el tren...deplorable su actitud". La propia Pilar Manjón, en abril pasado, denunció ante la policía el acoso y los insultos que sufre desde las redes sociales con mensajes como este:"Eres una puta zorra oportunista que brinda con quienes desmembraron a tu hijo ". ¿ Dónde estaba entonces el "buen cristiano" del Ministro del Interior ?.

   Podría seguir citando casos similares, como los referidos a Pilar Bardem o a Irene Villa, pero no quiero dejar pasar por alto los innumerables calificativos y dedicatorias con las que Mariano Rajoy, cuando estaba en la oposición, obsequió al entonces Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: " bobo solemne", " cobarde sin límites", " irresponsable ", " chalanear con los terroristas ", " traicionar a los muertos ", " hablar en batasuno ", "ambiguo, impreciso e inestable", etc.etc..Todo ello muy digno para un señor que luego fue Presidente del Gobierno de España. Jamás Rodriguez Zapatero, a quien he criticado muchas veces por su política económica, contestó a Rajoy en términos similares.

   Para que no se me trate de parcial, recomiendo la lectura de mi blog de 14 de octubre de 2013, " Si nos cargamos el Estado de Derecho, ¿ qué nos queda ?, en el cual, después de condenar los insultos contra la jueza Mercedes Alaya y el acoso que sufrieron algunos diputados del Parlament de Catalunya, critico también el intento de aslato al Congreso de los Diputados, por entender que ante la presente situación, ante tantísimas cosas que no nos gustan, debemos usar de los medios que, precisamente, nos da el Estado de Derecho, entre ellos la posibilidad de elegir a nuestros legítimos representantes políticos.

   Ante esa prontitud y diligencia con la que ahora el Ministro del Interior pretende poner coto a los "desmanes" que se producen en las redes sociales, hay quien se pregunta si no estaremos ante una "caza de brujas" en toda regla o si estaremos ante una segunda parte de lo que se conoce como la " ley mordaza", con la que se pretende eliminar o limitar los derechos de manifestación, normales en cualquier país democrático.

   Uno quiere pensar que el señor Ministro de Interior lo va a hacer todo con buena voluntad y con la mejor de sus intenciones, pero me viene a la memoria la expresión castellana " A buenas horas, mangas verdes", expresión utilizada en Castilla al referirse a los componentes de la Santa Hermandad (especie de policía), creada en las Cortes de Madrigal de 1476, para defender el orden público, perseguir malhechores y criminales, etc. y que llevaban una camisa de color verde. Cuando se les avisaba, al parecer siempre llegaban tarde. De ahí la expresión antes citada de "A buenas horas, mangas verdes". Por eso, con todo el respeto, hay que decirle al señor Ministro de Interior, que ha reaccionado tarde y solo cuando ha ocurrido el lamentable asesinato de Isabel Carrasco, no así cuando se insultaba y amenazaba a personas que no son  del Partido Popular.

   Me permito finalizar con una matización. Pienso que la legislación actual es suficiente para sancionar las conductas delictivas que se cometan a través de las redes sociales. En todo caso, de aprobarse nuevas medidas, el Gobierno debe tener  muy en cuenta el respeto a los legítimos derechos y libertades de los ciudadanos, propios de toda democracia, entre ellos la libertad de expresión y el derecho de manifestación.


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