dissabte, 11 de gener del 2014

¿ Es el amor excusa para todo ?


   Uno de los hechos de palpitante actualidad en nuestro país es la segunda imputación a la Infanta Cristina en el caso Nóos por el juez Castro en Palma de Mallorca. En primer lugar, en el  comentario que nos permitimos hacer sobre dicha imputación, queremos recordar y hacer patentes una serie de datos tal vez interesantes.

   Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia, nombre completo de la infanta Cristina, título que ostenta por ser hija de los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, nació en Madrid en 1965 y es, desde 1997, duquesa de Palma de Mallorca.

   La infanta Cristina ocupa el séptimo lugar en la línea sucesoria a la Corona de España, tras su hermano Felipe, Príncipe de Asturias, la infanta Leonor, la infanta Sofía, la infanta Elena, Felipe de Marichalar y Borbón y Victoria Federica de Marichalar y Borbón.

   Es licenciada en Ciencias Políticas desde 1989 por la Universidad Complutense de Madrid. En 1990 realizó un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York y, a partir de 1991, estuvo relizando prácticas en la sede de la Unesco en París. Desde el 17 de mayo de 2005 ocupa el cargo de directora del Área Social de la Fundación La Caixa, con responsabilidades relacionadas con los mayores, voluntariado y cooperación internacional. Actualmente trabaja para la misma entidad en Suiza.

   En su calidad de infanta, ha representado a la Casa Real en multitud de actos tanto en España como en países extranjeros.

   Es decir, que de todo ello se puede desprender fácilmente que la infanta Cristina posee una gran formación. No podemos considerarla una simple ama de casa, con todo el respeto para las amas de casa, sin demasiada formación y conocimientos.

   Como todo el mundo sabe, la infanta contrajo matrimonio el 4 de octubre de 1997, en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona, con Iñaki Urdangarín. Tiene cuatro hijos, los cuales ocupan los lugares del octavo al undécimo en la línea sucsoria a la Corona de España.

   El esposo de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín Liebaert, nació en Zumárraga (Guipúzcoa). Fue un buen deportista, concretamente jugó como profesional en el equipo de balonmano del F.C.Barcelona, habiendo obtenido varios trofeos y participado en tres Juegos Olímpicos en el equipo español, habiendo sido miembro del Comité Olímpico Español desde 2001 y vicepresidente del mismo hasta octubre de 2005.

   Iñaki Urdangarín es diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Barcelona, licenciado en Administración y Dirección de Empresas, máster en Formación e Intervención de Empresas y máster en Business Administration por ESADE.

   Es duque consorte de Palma de Mallorca desde el 4 de octubre de 1997, y tiene el tratamiento de Excmo. Sr. Ha recibido las distinciones de Caballero Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo (Reino de España, 30 de noviembre de 2001) y de Caballero Gran Cruz de la Orden de la Corona de Roble (Gran Ducado de Luzemburgo, 7 de mayo de 2001).

   Urdangarín, en el año 2003, se asocia con Diego Torres , que fue su profesor de ESADE, y pasa a dirigir la Asociación Insituto de Investigación Aplicada, que denomina posteriormente como Instituo Nóos. En 2006, el duque consorte de Palama de Mallorca deja esta presidencia y es nombrado consejero de Telefónica Internacional en Barcelona. En 2009 fue ascendido a presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica Latinoamérica  y Estados Unidos, con un sueldo anual próximo al millón de euros, sueldo que llega a ser más tarde de 1,5 millones de euros y gastos de representación por 1,2 millones de euros. Hemos hecho referencia al sueldo de Urdangarín para que se pueda concluir sin lugar a dudas que ambos cónyuges, Iñaki y Cristina, y sus hijos podían llevar una vida muy acomodada sin ningún tipo de problemas económicos.

   Antes de comentar con un poco de detalle el llamado caso Nóos,  queremos referirnos a dos protagonistas que están jugando un papel importantísimo en el desarrollo del mismo. Se trata del Magistrado-Juez Castro y del Fiscal Horrach.

   José Castro Aragón ingresó en la carrera judicial en 1976, teniendo distintos destinos hasta que en el año 1985 ocupa la plaza de Magistrado de Trabajo en Mallorca, pasando a su actual destino en 1991.

   El Juez Castro ya fue muy conocido por ser el instructor de la causa contra Jaume Matas, expresidente de la Comunidad Autónoma de Baleares.

   No consta que esté adscrito o que forme parte de ninguna asociación judicial. Tiene fama de "valiente" y de "infatigable". Es muy apreciado por sus compañeros y por los miembros de las fuerzas de seguridad. Ha sido el primer juez, desde la venida de la democracia a España, que ha imputado, como sabemos, a un miembro de la Casa Real.

   Pedro Horrach Arrou es Fiscal Anticorrupción de Palma de Mallorca desde finales de 2006, habiendo intervenido en varios casos como el caso Andratx, el Palma Arena, en el que "puso contra las cuerdas" a Jaume Matas, expresidente de Baleares, y en muchos casos de corrupción contra Unión Mallorquina.

   Y estalla el caso Nóos, también conocido popularmente com el caso Urdangarín. Como una derivación del caso Palma Arena, en el mes de noviembre de 2011, son investigados en el caso Babel Iñaki Urdangarín y su exsocio Diego Torres, siendo encausados ambos dirigentes del Insitituto Nóos e imputados por la Fiscalía Anticorrupción de los delitos de malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales. Posteriormente es también imputada la esposa de Diego Torres, no siendo imputada, en principio, la esposa de Urdangarín, la infanta Cristina, algo que a muchos ciudadanos ya les resulta chocante.

   No vamos a detenernos en la marcha del proceso ya que los medios de comunicación han vendido ofreciendo cumplida infrmación sobre el mismo. Si queremos, siquiera brevemente, considerar la imputación, o mejor dicho las imputaciones, del Juez Castro, instructor del procedimiento, de la infanta Cristina.

   El Juez Castro imputó a la infanta Cristina el 3 de abril de 2013, pretendiendo citar a la misma para su comparecencia y declaración en el procedimiento que venía instruyendo, algo que no tuvo efectos ya que el Fiscal Anticorrupción, Horrach, planteó un recurso de oposición a la misma ante la Audiencia Provincial de Palama que, mediante auto de la misma dictado en el mes de mayo siguiente, suspendió la citación del Juez Castro, si bien haciendo hincapié al instructor en nuevas líneas de investigación con el objeto de averiguar si la infanta Cristina había podido incurrir en delitos fiscales y de blanqueo de capitales a través de la empresa Aizón, cuya propiedad comparte al 50 % con su esposo, Iñaki Urdangarín.

   Resulta un tanto sorprendente al menos que no se recurra por el fiscal la imputación de la esposa de Diego Torres y sí, en cambio, la de la infanta Cristina, algo que de alguna forma coincide, según los medios de comunicación, con el criterio del Fiscal General del Estado, dando la impresión a muchos ciudadanos, dicho con todo el respeto, que la Fiscalía actúa como abogado defensor de la posible imputada.

   El Juez Castro, siguiendo las instrucciones recibidas en su día de la Audiencia Provincial de Palma, y en un auto calificado de "impecable", de 227 páginas, algo inusual por su extensión, ha vuelto a imputar a la infanta Cristina por un delito fiscal y otro de blanqueo, citándola a declarar, por entender que existía participación de la infanta en Aizoon, la sociedad que compartía con su esposo y mediante la que se desviaron fondos captados fraudulentamnete de instituciones públicas,  habiéndose declarado solo favorable a dicha imputación el sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, en tanto que la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del Estado y las representaciones procesales de Iñaki Urdangarín, Diego Torres y la propia infanta, se han manifestado contrarios a la misma, si bien hasta el momento no se ha presentado recurso contra el auto del juez instructor.

   En todo esto, nos ha causado cierta hilaridad, por no decir indignación, las palabras de uno de los abogados de la infanta Cristina, Jesús María Silva:, en descargo de la misma:  " Cuando una persona está enamorada de otra, confía, ha confiado y seguirá confiando contra viento y marea en esa persona",
"No se puede pretender que el legislador diga: "Mujeres, cuando vuestros maridos os den algo a firmar, primero llamad a un notario y tres abogados". ¿ Cómo es posible que un miembro de uno de los que se supone es uno de los gabinetes jurídicos más prestigiosos de España haga tales afirmaciones ? ¿ No le parece al señor Silva que con sus manifestaciones está considerando realmente culpable a Iñaki Urdangarín y a su esposa, a la infanta, una auténtica ignorante ? Como un gran profesional que suponemos que es, ¿no se le ocurren otros medios de defensa ? Estas palabras nos recuerdan también a la actual Ministra de Sanidad, la señora Mato, cuando decía que no se enteró de cómo había adquirido su marido un flamante coche, un jaguar, que tenía aparcado en su garaje. Da la impresión de que el amor es excusa para todo, que obnubila a los enamorados y no se enteran de nada, es decir, los incapacita para ver las cosas con la claridad suficiente y les exime de toda responsabilidad.

   Quisiéramos concluir con unas breves consideraciones:

   El hecho de estar alguien imputado ni significa que por ese hecho ya sea declarado culpable de la comisión de ningún delito. Y esto también vale, falataría más, para la infanta Cristina. También a ella, como a cualquier ciudadano, se le edebe reconocer el derecho a la presunción de inocencia que se contiene en el  artículo 24.2 de la Constitución española y que viene consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo artículo 11 dice expresamente: " Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en un juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias a su defensa ".

   Nadie discute el derecho a la presunción de inocencia de la infanta Cristina pero a veces muchos ciudadanos tenemos la impresión de que se quiere hacer extensiva a la misma, por algunas instancias y de forma indirecta, la irresponsabilidad e inviolabolidad de que goza el actual Jefe del Estado, el rey Juan Carlos I, su padre, y que viene establecido pot el artículo 56.3 de nuestra Carta Magna. Por cierto que, si no nos falla la memoria, creemos haber leído alguna vez en la Constitución de la República Española, concretamente en su artículo 85,  que el Presidente de la República (figura equivalente a la del  Rey) sí que era responsable criminalmente y que podía ser cesado en su cargo si el Tribunal de Garantías Constitucionales mantenía la acusación formulada por las tres quintas partes de los miembros del Congreso, algo que, como sabemos, no se da en el actual Jefe del Estado, en el Rey.

   En este embrollo que se ha creado en torno a la imputación o no imputación de la infanta Ciatina hemos de decir en que confíamos en jueces como José  Castro y en que al final, tanto en este caso como en otros muchos, se haga justicia pese a quien pese.Creemos también, por último, que los ciudadanos lo que desean es que no se les tome una vez más por tontos.

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