dilluns, 17 de desembre del 2012

Un poco de cordura, por favor, señor Vázquez

   FRANCISCO VÁZQUEZ, gallego, socialista, republicano (así parece que se ha definido en alguna ocasión) y católico, es abogado e inspector de trabajo en excedencia. Ha sido alcalde de A Coruña desde 1983 hasta 2006 y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias.  De 2006 a 2011, por decisión del entonces presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue embajador de España ante la Santa Sede.

   Francisco Vázquez ha recibido numerosas condecoraciones, entre las que cabe destacar la Orden del Imperio Británico, la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, habiendo sido nombrado Hijo Predilecto de A Coruña.

   Como vemos, se trata de un personaje insigne e ilustre pero que, como saben muy bien quienes le conocen, ha sido considerado díscolo por sus opiniones independientes, populistas, localistas y contrarias en ocasiones a la línea oficial de su partido, del Partido Socialista.

   Con motivo de la reciente polémica creada en torno al proyecto de reforma educativa del actual Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, la cual, según la gran mayoría de los grupos políticos catalanes, supone un grave ataque a la inmersión lingüística, aprobada por el Parlamento catalán, que se viene aplicando en Cataluña, Francisco Vázquez ha hecho unas declaraciones en los medios de comunicación en relación con dicha cuestión.

   Francisco Vázquez, en tales declaraciones, ha equiparado la política lingüística de la Generalitat de Cataluña con la persecución practicada por los nazis con respecto a los judíos. Para Vázquez "no hay ninguna diferencia entre un judío con estrella amarilla y un niño catalán castigado por hablar castellano en el patio de un colegio".

   Las reacciones frente a tales declaraciones no se han hecho esperar.

   La dirección del Partido Socialista de Galicia ha afirmado que "no compartimos las opiniones del señor Vázquez como ha quedado claro en nuestro programa electoral. Numerosos  militantes se sienten avergonzados de militar en el mismo partido que Vázquez".

   El presidente de la Asociación de Amistad Galicia-Israel, Pedro Gómez Valdés, ha calificado las manifestaciones de Francisco Vázquez de "barbaridad absoluta", añadiendo que "a esto se le llama banalización del Holocausto".

   El diputado electo por el Partido de los Socialistas Catalanes (PSC), Xavier Sabaté, según el periódico La Vanguardia, ha llegado incluso a ironizar con que Jesucristo perdonará al exalcalde de A Coruña porque "no sabe ni lo que hace ni lo que dice" cuando equiparó un judío perseguido y un niño catalán "castigado por hablar español".

   Las críticas del PSC también han llegado, según el mismo periódico, del diputado en el Congreso, Francesc Vallés, el cual ha pedido una rectificación al exalcalde socialista. Vallés afirma en su cuenta de Twitter que "la ignorancia no tiene límites. Bueno, sí: el Código Penal. Las declaraciones de Paco Vázquez no pueden quedar impunes. Rectificación, ya!".

   Nosotros, por nuestra parte, con todo el respeto y con toda la modestia, nos permitimos formular algunas observaciones en relación con las manifestaciones de Francisco Vázquez:

   Primera.- Aunque es una obviedad, hay que dejar patente que en un Estado democrático como España, cualquier ciudadano puede, y así lo reconoce nuestra Constitución, expresar libremente su opinión y su crítica respecto de cualquier materia o asunto, sin más limitaciones que las exigidas por la ley, en especial por la normas de carácter penal.

   Segunda.-  Como nos recuerda Jordi Porta, presidente del Centro de la UNESCO de Cataluña, "la inmersión lingüística es propiamente un método que consiste en escolarizar los niños y niñas en una lengua diferente de la que se habla en casa cuando ésta, la hablada en casa, es socialmente dominante y está asegurada. Se parte de la base de que una lengua se aprende usándola y no solo como una asignatura. El método prevé que a medida que se va avanzando en los cursos se van incorporando materias en la otra lengua, la dominante, de forma que al acabar el período de escolarización obligatoria los alumnos y alumnas conozcan correctamente las dos lenguas. Los análisis de la evaluación de la comprensión y expresión oral y escrita en el alumnado que ha seguido la inmersión lingüística en catalán durante los últimos quince años, demuestran que el conocimiento de la lengua castellana en Cataluña es igual o superior a los del resto del Estado español. Justamente la lengua que todavía presenta deficiencias de conocimiento es la catalana en unos tiempos en los que el marco ambiental y social es determinante y la lengua dominante, la castellana, está ampliamente presente".

   A esto cabe añadir que la política lingüística de la Generalitat de Cataluña viene siendo elogiada en muchos ámbitos educativos internacionales y que su aplicación no ha sido ningún problema, sino todo lo contrario, para la cohesión social de los habitantes de Cataluña.

   Aunque en todas partes podemos encontrar personas radicales y fanáticas, le pedimos al señor Vázquez que se digne visitar los patios de varios colegios catalanes y que saque sus propias conclusiones. Nos gustaría que, con toda sinceridad, nos dijese cuál es la lengua que más se habla en los patios escolares de Cataluña, el catalán o el castellano, y, sobre todo, que nos diga cuántos casos de "castigos" a los niños puede constatar por hablar éstos en castellano en los patios escolares.

   Tercera.- Al señor Vázquez hemos de recordarle lo que ocurría en nuestro país antes de haberse instaurado de nuevo la democracia. Personalmente, recordamos perfectamente hechos tales como las de imponer "multas" a las niñas, en un pueblo cuya lengua materna era y es el valenciano, por hablar entre ellas en esta lengua, o las de exigir en a las huertanas y huertanos que solo sabían expresarse en valenciano que hablasen en cristiano cuando se dirigían a cualquier funcionario público, o la de amenazar a los niños que no iban a Misa los domingos con denunciar a sus padres a la Guardia Civil (y esto se le recordamos al señor Vázquez en su calidad de cristiano y católico), o, en fin, exigirse certificado de buena conducta política (ser adicto a los principios del Movimiento Nacional) y religiosa para poder acceder a algún trabajo, sobre todo, en la Administración pública. Y a pesar de ello, no nos atrevemos a calificar esta conducta atentatoria de los derechos de los ciudadanos como nazi.

   Cuarta.- Como no somos expertos en la materia no nos consideramos competentes para enjuiciar si la política de inmersión lingüística, en este caso la que lleva cabo la Generalitat de Cataluña, es la más adecuada o no. "Doctores tiene la Iglesia" y a los hechos nos remitimos.

   Pero, comparar la inmersión lingüística catalana con las atrocidades cometidas por el nazismo con los judíos, nos parece una barbaridad que no es propia de alguien que se considera socialista y cristiano.

   Señor Vázquez: un poco de cordura, por favor!.

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